lunes, 11 de abril de 2011

Al puro estilo Boyle



Es bien sabido que directores de cine tienen un control casi perfecto o perfecto sobre las decisiones que hay que tomar a la hora de filmar. Danny Boyle se ha sabido posicionar entre estos de una manera sublime. El británico nos presenta su más reciente producción titulada 127 hours (127 horas) donde nos vuelve a dejar claro que no tiene miedo de experimentar con la cámara y la narrativa simultáneamente a la hora de hacer su trabajo.

127 horas se vuelve una película magnifica por la forma en que te lleva minuto a minuto. Casi siempre le otorgo las palmas a una sola persona por el maravilloso trabajo que hace, sin embargo en esta ocasión es mi deber resaltar el impresionante trabajo que realiza todo el equipo, desde los actores, hasta el maquillista.

Danny Boyle siempre ha tratado de contar historias con una narrativa que juegue con el tiempo y los espacios, que te traiga y te lleve de un lugar o un tiempo en concreto a otro. En este largometraje lo hace una vez más, pero además le agrega un elemento más, situaciones reales e imaginarias; hace una danza visual entre tiempos, espacios y realidades mezcladas “aleatoriamente” creando una impresionante muestra de dominio de la dirección, además de que se hace valer de elementos meramente visuales para connotar estados de animo o físicos. De tal manera que te hace sentirte el personaje principal y te hace vivir lo que el vive.

Resalta la esplendida fotografía, el soundtrack no sólo es maravilloso, sino que va guiando a tu estado de animo influyendo tu sensación que al mezclarse con la parte visual crean un boom inevitable, también el diseño sonoro queda muy bien y se nota un cuidado minucioso. El director de montaje y edición seguramente debió de haber tenido un enorme y aplastante trabajo, pero se nota un gran trabajo, aunque casi al final hay algunos muy notorios errores de continuidad (a cualquiera se le escapan).

La actuación de James Franco es muy buena y se vuelve una pieza clave, le aporta una sensibilidad envolvente que te pone en la cinta y que mezclado con las tomas dinámicas y los encuadres cerrados resalta una capacidad histriónica de Franco que sobresale para mi frente a sus otras películas.

El guión fue realizado por Danny Boyle y Simon Beaufoy, basados en el libro de Aron Ralston, donde cuenta su experiencia personal en la que se basa la trama. Quizás es lo que tenga un poco menos importancia, no digo que sea malo, de hecho el mensaje principal que te intenta dejar y que comunica es increíble, que si en algún momento has pasado por una situación similar te hace familiarizarte con el personaje y con el argumento, pero eso es otra cosa. En general es bueno el guión pero hay momentos en que llega a ser repetitivo e incluso predecible, pero Boyle hace que con las tomas y los movimientos de cámara rápidos, los pocos diálogos y los saltos de tiempo no puedas prestar tanta atención a estos mínimos detalles.

No me cabe duda que esta cinta no te va a defraudar y te va a mandar a casa con un muy buen sabor de boca, porque es simplemente un agasaje visual, quizás no la mejor película (aunque así pueda parecer después de todo lo que dije) pero es muy sencilla y se disfruta bien.

Pero véanla y ustedes saquen conclusiones


Mauricio O.

Imagen: bassonian.files.wordpress.com
Trailer: Youtube.com