jueves, 4 de julio de 2013

Inesperada película de zombis

Llega a la pantalla el trabajo más reciente del realizador Alemán Marc Forster (Finding neverland, Quantum of solace, Stranger than Fiction), quien ha sembrado en su multifacética carrera tantos éxitos como fracasos, en esta ocasión se sube al barco de las temáticas de moda y opta por florecer con la ayuda de un grupo de muertos vivientes en World War Z (acá la podemos encontrar como Guerra Mundial Z).   

Su dirección guarda cierto dinamismo que se siente pero que después de un rato de lo mismo se vuelve imperceptible y casi invisible, por lo que permite que la concentración se vaya a otras áreas como la música, las secuencias de acción (fantásticamente bien logradas) o los golpes de suerte, que no pueden faltar en una película de Hollywood.

La historia denota un magnifico manejo del guión por parte de Matthew Michael Carnahan (State of plate, Lions and lambs, The Kingdom), Drew Goddard (Cloverfield, The cabin of Woods) y Damon Lindelof (Prometheus, Cowboys vs. Aliens, Star Trek: Into the darkness), quienes dejan ver su experiencia en las historias que los preceden, haciendo un buen ejercicio de historia de acción con tintes apocalípticos y un buen mensaje. No se esfuerza en desarrollar a profundidad a sus personajes, pero si en que conozcas lo indispensable para que comprendas la historia. Y desde luego como en todas las historias de zombis que se hacen en Estados Unidos se engrandecen como los defensores y salvadores de la humanidad.     

La historia está basada en la novela homónima de Max Brooks publicada en el año 2006, donde se narra el brote de un virus que convierte a la humanidad en muertos vivientes en cuestión de segundos. Convirtiendo el planeta en un campo de batalla contra un enemigo desconocido.   

El elenco es curioso, ya que la única cara brillante es la de Brad Pitt (Killing them softly, Fight club, The tree of life), sin embargo las actuaciones de Mireille Enos (The killing, Gangster squad, Animal attraction), la bellísima Daniella Kertesz (Afterdeath) y Fana Mokoena (Hotel Rwanda, Safe house, Man on ground) se desarrollan de manera correcta, a pesar de que sus personajes sufren de falta de desarrollo interno, pero cumple otorgando elementos que van creando el perímetro en donde el personaje principal, a quien Pitt da vida,  se moverá y creará sus motivaciones y consecuentemente sus decisiones.   

Otro gran elemento que me gustaría resaltar es la banda sonora, a cargo de Marco Beltrami, quien se encarga de llenar de emocionalidad las imágenes de una manera sincronizada que permite acercarte y emocionarte con la cinta a pesar de los grandes errores que llega a tener. 

Y por último no quiero dejar de lado el magnifico montaje de Roger Barton y Matt Chesse que se encargan que desde los créditos iniciales la cinta comience a tomar ritmo y vaya subiendo y subiendo hasta un punto muy alto que desata una montaña rusa de emociones, que en muchos casos ni justificadas están, pero que de tan bien armada que está la cinta se salvan y se disfrutan de igual forma.

En general es una película de zombis que guarda la esencia de Hollywood y no hace a un lado los grandes efectos especiales y la animación, el poder supremo de los Estados Unidos, su ejercito y la manera efectiva de lograr que la humanidad sobreviva a una pandemia y la actuación invencible y sobrehumana de Brad Pitt. Sin embargo es una película de zombis que guarda la esencia de las buenas películas de este género, donde el ritmo, la música y la acción toman protagonismo para hacerte saltar de tu silla en más de una ocasión. En lo personal me llevé una sorpresa, y en el mejor de los casos espero que ustedes también.  

Acá les dejamos el avance cinematográfico para que se den una mínima idea de lo que verán (no les recomiendo que se dejen llevar por el trailer


Mauricio O. 

Imagen: www.cine3.com
Video: www.youtube.com/cinesconditerises

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